México. Año 4, núm. 7. Julio-diciembre 2006. ISSN 1870-1477

La capacidad de los cuentos de hadas de desarrollar un horizonte de significado desde la niñez temprana

Ludmila Diez Rienzi y Verónica Domit Palazuelos

Universidad Iberoamericana

Recibido: diciembre de 2005; aceptado para su publicación: diciembre de 2006

 

Resumen

La presente investigación se realizó para conocer la capacidad que tienen los cuentos de hadas para propiciar la generación de un horizonte de significado en la niñez temprana. En una primera etapa, se hizo una investigación teórica en donde se encontraron los fundamentos de los cuentos de hadas y su relación con el horizonte de significado. Se realizaron 4 entrevistas a profesionales, que han trabajado con niños de edad preescolar utilizando como herramienta los cuentos de hadas. Se llegó a los siguientes resultados: los cuentos de hadas, tienen un impacto profundo en el desarrollo del niño, capacita a la persona para dar sentido y orientación a los sucesos de su vida, le da apertura y un mayor nivel crítico. El niño se relaciona directamente con los personajes del cuento y con los elementos de fantasía que en éste aparecen, siendo más fácil y menos amenazadora la identificación con la trama.

Palabras clave: Cuentos de hadas, horizonte de significados y niñez temprana.

I. Introducción

Uno de los axiomas fundamentales de la psicología, afirma que los primeros años en la vida del niño tienen una importancia clave para el futuro desarrollo de todo ser humano. El establecimiento de un horizonte de significado, que fundamente y de sentido a  toda su experiencia, es esencial para este desarrollo. Autores de diversas corrientes  como, Jung (1947), Bettelheim (1975), Pearson (1986) y Hillman (1996) entre otros están de acuerdo en lo anterior.

El presente estudio busca identificar los beneficios de la narración de cuentos de hadas tradicionales en niños de edad preescolar, para contribuir a la generación de un horizonte de significado.

El horizonte  de significado, es el marco referencial, en el que los sucesos de la vida cotidiana van encontrando una trama que los unifica.  Así, el niño podrá acomodar todas las experiencias de su vida, de manera que en lugar de una secuencia caótica de sucesos, sin relación unos con otros, pueda ir fundamentando la experiencia de que su vida tiene un sentido, una orientación, un horizonte, una trama.

Bettelheim (1975), hace una extensa investigación en su obra psicoanálisis de los cuentos de hadas, dice que la tarea más importante y al mismo tiempo la más difícil es la de ayudar al niño a encontrar sentido en la vida, a fundamentar un horizonte de significado.  Que le de valor, sentido y orientación a toda su experiencia.

Se necesitan numerosas experiencias durante el crecimiento para que el niño pueda vislumbrar este sentido y significado en su vida. Mientras el niño se desarrolla aprende paso a paso a comprenderse mejor a sí mismo y al mundo circundante y a relacionarse de manera significativa. Bettelheim  en su práctica terapéutica  se dio cuenta de la importancia de que los niños desde su edad temprana tuvieran acceso a material que fuera formando en ellos la capacidad de establecer un horizonte de significado que le diera sentido y orientación a su vida.

Bettelheim se dio cuenta de que el material idóneo para proporcionar significado a la vida del niño está en los cuentos de hadas tradicionales que manejan personajes arquetípicos. Así mismo los estudios de Jung y sus discípulos sobre arquetipos han contribuido a enriquecer profundamente nuestro conocimiento sobre el valor de los cuentos de hadas para fundamentar el horizonte de significado. Cada día surgen nuevas técnicas para impulsar el desarrollo de los niños, sin embargo su difusión muchas veces no logra trascender los escritos o las publicaciones y finalmente las personas que están más cerca de los niños no llegan a enterarse de los beneficios que pueden obtener de simples actividades.

A lo largo de la historia, los cuentos han sido un medio básico de los seres humanos para darle sentido a sus experiencias. El inventar historias para poder comprender o explicar ciertas cosas que van más allá de nuestro entendimiento, viene desde el inicio de la historia de la humanidad. Es más, desde el inicio de cada vida humana. Como seres humanos tendemos a crear historias.

Hillman, en la revista Parabola (1979), introduce el concepto de “story awareness”,  o consciencia de la narrativa, esto es la capacidad de encontrar  el sentido la secuencia y el significado en una narrativa. Un niño al que se le han contado o leído narraciones orales, más allá de la televisión, tiene un reconocimiento básico  y familiaridad con lo que es una narración.  Puede captar el concepto de perspectiva en la vida.  Un niño en estas circunstancias, adquiere la capacidad de integrar su vida como una narración, debido a que ya tiene en el inconsciente los contenedores para organizar los sucesos en experiencias significativas. Para Hillman (1979), el haber estado en contacto con narraciones desde la niñez temprana capacita a la persona para dar sentido y orientación a los sucesos de su vida cotidiana, dentro de una trama con una orientación significativa dentro de un horizonte de significado. Hillman (1979) piensa que las mejores narraciones son las de los mitos, leyendas y cuentos de hadas tradicionales.  Más allá de las teorías racionalista y asociativa sobre la mente, en donde la razón es contrapuesta como superior a la imaginación, su práctica le ha demostrado que mientras más refinado y profundo es el lado imaginativo de la personalidad, le es mas fácil integrar lo irracional, hay menos necesidad de represión  y es menor la patología. A través de la narración, la cualidad simbólica de las imágenes va penetrando el inconsciente, ayudando al niño a comprender más a fondo la experiencia en su totalidad. La consciencia de la narrativa (story awareness), capacita al niño para encontrar la propia narrativa, en sus lados luminoso y sombrío.

La visión junguiana, enfatiza la fantasía como la fuerza dominante en la vida. La capacidad de fantasear es una actividad creativa que va permitiendo al niño interpretar los sucesos aislados de su vida en distintas narrativas de carácter arquetípico que ayudan a contener la experiencia, liberando su significado.

Para Hillman (1996) la fantasía es un intento de la psique de remitologizar la consciencia en un mundo de contenidos superficiales. Si se pierde esta perspectiva imaginativa y metafórica hacia nosotros mismos y nuestro mundo nos quedamos atrapados en el literalismo, y se pierde toda la riqueza simbólica de la experiencia y la capacidad de integrarla en un horizonte de significado. La narrativa dentro de los cuentos de hadas, se presenta como una realidad alterna y fantástica, que da lugar a que afloren todas las posibilidades, más allá de una realidad factual.

Para Hillman (1996), las historias que deben ser contadas, son las tradicionales, mitos y leyendas de nuestra cultura, cuentos de hadas  como los recopilados por los hermanos Grimm y por Lang, con la menor interferencia posible de racionalismo contemporáneo, ya que  este esta imbuido de un estrechamiento de la consciencia, mientras que la narrativa de la que hablamos, tiende a expandirla. Estas narraciones reflejan las motivaciones básicas de la psique occidental. La trama fundamental, como lo demuestra Campbell (1949) en  su libro El  héroe de las mil caras se repite una y otra vez. Los niños preescolares recurren a las historias para explicarse casi todo lo que sucede a su alrededor.

La presente investigación va a tratar de esclarecer que es un horizonte de significado, que son los cuentos de hadas tradicionales y de que manera éstos contribuyen al establecimiento de un horizonte de significado, relacionando los conceptos e información teórica con las entrevistas realizadas a profesionales en el tema.

II. Objetivo

La presente investigación busca informar de manera clara y precisa, la útil herramienta que es el cuento de hadas en el desarrollo cognoscitivo y emocional del niño, en su sentido de vida. Pretende esclarecer que es un horizonte de significado, que son los cuentos de hadas tradicionales y de que maneras éstos contribuyen al establecimiento de un horizonte de significado.

III. Justificación

La presente investigación pretende lograr un conocimiento profundo de la necesidad que tienen los seres humanos de encontrar un horizonte de significado que le de sentido a su existencia. Como horizonte de significado se entiende  En un mundo cada vez más complejo, en donde la televisión y los videojuegos acaparan las mentes de los niños, el cuento de hadas vuelve a darle a éstos, el espacio necesario para que reflexionen y tomen consciencia de que su vida tiene un sentido y un propósito y de esta manera puedan ordenar el caos de elementos aislados que viven día con día.

IV. Marco Teórico

Desarrollo Cognoscitivo

Piaget (1969)  exploró el pensamiento en la niñez temprana y lo denominó la etapa preoperacional. La cual es una fase de logros cognoscitivos importantes; Piaget consideró que entre los dos y los siete años estos son notables no sólo por la adquisición de nuevas habilidades sino por la ausencia de otras. El nombre que usa para denominar este periodo, hace énfasis en lo que falta, ya que precede a la etapa en la que el niño puede pensar de manera lógica. Durante esta fase los niños pueden pensar en símbolos pero aún no pueden utilizar la lógica; propuso que el pensamiento simbólico comienza en la subetapa final del período sensorio – motor, cuando los niños en la etapa de los primeros pasos comienzan a generar ideas y solucionar problemas a través de representaciones mentales, las cuales se limitan a cosas presentes físicamente. Algunos de los hallazgos más importantes de Piaget se refieren a la falta de lógica en el pensamiento de los niños (Papalia E., Wendkos S., 1999, pg. 328). En esta fase del desarrollo se encuentra presente el pensamiento mágico, así suele llamarse a la conducta pensante que se contenta con suponer conexiones voluntarias, con frecuencia sobrenaturales. El niño preescolar no puede todavía en muchos casos descubrir las verdaderas causas de un fenómeno interesante y se satisface entonces con una causa aparente (G. Clauss, H. Hiebsch, 1966, pg. 17).

Desarrollo de la personalidad

Algo muy importante que se desarrolla en esta etapa es el autoconcepto, que es lo que una persona cree de sí misma, la imagen general de sus habilidades y características. Surge en esta etapa y se expande más adelante, en especial durante la niñez intermedia.

Según Erikson (1950), en su Teoría Psicosocial, (cuyo tema principal es la búsqueda de la identidad) los niños preescolares se encuentran en el periodo de iniciativa frente a culpa, la cual es la tercera crisis en el desarrollo de la personalidad. Esto implica un conflicto entre el sentido del propósito, o iniciativa, que le permítela niño planear y comenzar a realizar actividades, y las reservas morales que el niño puede tener con respecto a esos planes. Durante la niñez temprana los niños enfrentan presiones contradictorias: pueden hacer, y quieren hacer más y más. Al mismo tiempo aprenden que algunas de las cosas que quieren hacer reciben la aprobación social, mientras que otras no. ¿Cómo deciden entre su deseo por hacer algo y su deseo por recibir la aprobación de los demás?

Este conflicto establece una señal entre dos partes de la personalidad: la parte que conserva al niño lleno de ímpetu y deseoso de intentar cosas nuevas y probar nuevas capacidades y la parte que se va convirtiendo en adulto y examina de manera constante la conveniencia de motivos y acciones. Los niños que aprenden a regular estas direcciones opuestas desarrollan la virtud del propósito, el coraje para visualizar y perseguir metas sin sentirse inhibido por la culpa o el miedo al castigo (Erikson, Eric, 1950, pp: 66). 

La actitud

El niño depende, en lo que concierne a relaciones sociales, de la familia. El establece sus relaciones sociales, casi siempre con los miembros de la familia o con personas con las cuales mantiene trato diario. Sólo de un modo esporádico elige a otros niños como compañeros de juego. Ahora todo eso va a cambiar. El niño preescolar comienza a tener relaciones con personas extrañas. El niño presta atención a los adultos antes, que a los niños de su misma edad o menores que él. Alrededor de los cuatro años éstos últimos merecen la atención como compañeritos sociales, es en este momento que el niño desarrolla una fuerte tendencia hacia la sociabilidad. Quiere entrar en contacto con otros niños, La forma más importante de la acción común es el juego. Así, hasta que ingresa en la primaria, podemos observar una preferencia marcada del niño por lo “juegos teatrales” en su grupo. El niño se interesa cada vez más por tomar parte en la vida y el aprendizaje en común del jardín de niños. Su inclinación a los contactos sociales nace de su creciente independencia, del surgimiento en él de una ingenua autoconciencia y, especialmente, del hecho de que ahora comienzan a cobrar significativa importancia en las vivencias del niño preescolar los sentimientos orientados hacia lo social. Este se vuelve capaz de tener conscientemente experiencias de trato social, y se deja guiar en su conducta por esas experiencias (G. Clauss, H. Hiebsch, 1966, pg. 12-13).

El Horizonte de Significado

Un horizonte de significado puede ser entendido como el sentido de vida. Frankl (1949), en su libro, El hombre en busca de sentido, hace ver que el sentido de vida es la necesidad primordial del hombre, para poder vivir su vida como ser humano encaminado a la realización de sus potencialidades y en plenitud.

Muchos autores coinciden en que si deseamos vivir, no momento a momento, sino siendo realmente conscientes de nuestra existencia, nuestra necesidad más urgente y difícil es la de encontrar un significado a nuestras vidas. La comprensión del sentido de la vida no se adquiere repentinamente a una edad determinada ni cuando uno ha llegado a la madurez cronológica, sino que, por el contrario, obtener una comprensión cierta de lo que es o de lo que debe ser el sentido de la vida, significa haber alcanzado la madurez psicológica. Este logro es el resultado final de un largo desarrollo: en cada etapa buscamos, y hemos de ser capaces de encontrar, un poco de significado congruente con el que ya se han desarrollado nuestras mentes (Bettelheim B., pp. 9).

Hay demasiados padres que exigen que las mentes de sus hijos funcionen como las suyas, como si la comprensión madura de nosotros mismos y del mundo, así como nuestras ideas sobre el sentido de vida, no se desarrollaran tan lentamente como nuestro cuerpo y nuestra mente (Bettelheim B., pp. 9).

Actualmente, como en otros tiempos, la tarea más importante y, al mismo tiempo, la más difícil en la educación de un niño es la de ayudarle a encontrar sentido a la vida. Se necesitan numerosas experiencias durante el crecimiento para alcanzar este sentido. El niño, mientras se desarrolla, debe aprender, paso a paso, a comprenderse mejor; así se hace más capaz de comprender a los otros y de relacionarse con ellos de un modo mutuamente satisfactorio y lleno de significado (Bettelheim B., pp. 9).

Para no estar a merced de los caprichos de la vida, uno debe desarrollar sus recursos internos, para que las propias emociones, la imaginación y el intelecto se apoyen y enriquezcan mutuamente unos a otros (Bettelheim B., pp. 10). El mismo autor, afirma que como educador y terapeuta de niños gravemente perturbados, su principal tarea consiste en establecer el sentido de sus vidas. Este trabajo le ha demostrado que si se educara a los niños de manera que la vida tuviera sentido para ellos, no tendrían necesidad de ninguna ayuda especial (Bettelheim B., pp. 10). Al estudiar esta tarea el autor afirma que no hay nada más importante que el impacto que causan los padres y aquellos que están al cuidado del niño; el segundo lugar en importancia lo ocupa nuestra herencia cultural si se transmite al niño de manera correcta. El autor afirma que cuando los niños son pequeños la literatura es la que mejor aporta esta información (Bettelheim B., pp. 10).

Especialistas en otro campos como Lonergan (1992) en filosofía, o Eliade (1957) en antropología, coinciden en que la necesidad básica del ser humano esta comprender cuales son los significados del horizonte en el que habita. Para tener acceso al significado dentro de un horizonte determinado, fijo o en expansión, el niño necesita entender cuales son las reglas del juego, mediante claves de interpretación que le den acceso a la comprensión del mismo. Una de estas claves fundamentales, por la eficacia del lenguaje simbólico e imaginativo en la niñez temprana es el cuento de hadas. 

Eliade (1957) en Lo sagrado y lo profano, hace ver la importancia para el ser humano de encontrar el eje central o axis mundi que va a orientar y dar significado a toda su existencia (“if the World is to be lived in it must be funded”), ningún mundo puede sobrevivir en el  caos. Sin estas claves de acceso a la comprensión de los significados dentro del horizonte en el que se vive nada tiene sentido y la vida se convierte en una sucesión de experiencias sin conexión unas con otras, sin sentido, sin orientación, caóticas y finalmente absurdas. Un espacio significativo, tiene fuerza y consistencia para contener. Un horizonte sin significado, se vuelve un espacio amorfo, caótico, sin consistencia ni estructura, incapaz de contener.

Un horizonte de significado cuenta con un eje central para toda posible orientación futura. En el caos de los cuentos, el eje central es la trama, una orientación, una meta. Los actos aislados del héroe cobran valoración dentro de la trama. El niño desde muy temprana edad, comprende que su vida, así como la vida de los héroes de los cuentos de hadas tiene una trama, esto lo va a ir capacitando poco a poco para poder establecer un horizonte significativo para su vida que le dará la seguridad y contención que necesita para tomar decisiones, para poderse orientar. El significado funda un mundo ordenado, lo saca del caos.

Pearson (1989), hace ver cómo la trama de los cuentos de hadas pertenece a todas las culturas, y como a través de las figuras arquetípicas podemos ir comprendiendo nuestro propio proceso de desarrollo como personas. Las investigaciones de Campbell (1949) sobre mitología en las distintas culturas, nos refuerzan esta misma intuición. La necesidad del ser humano de contar con narraciones arquetípicas que le permitan orientar y dar sentido y fundamento a su existencia en todas las etapas del proceso de convertirse en persona, en todo el proceso de individuación.

Las investigaciones de Jung (1997) sobre el valor de la imaginación activa y la fantasía guiada refuerzan la propuesta de este trabajo. El papel fundamental del lenguaje imaginativo de los cuentos de hadas, sobre todo desde la niñez temprana y a lo largo de toda la vida para establecer un horizonte de significado. 

Papel de los cuentos

Según Cooper (1998), Los cuentos de hadas se desenvuelven en un mundo de magia y fantasía exento de las limitaciones temporales, característica que se encuentra íntimamente asociada con su naturaleza esencialmente sobrenatural y con los poderes de transformación que se describen. Tampoco existe la muerte definitiva en el verdadero cuento de hadas, afirma el mismo autor, el héroe puede morir en la leyenda y en la saga pero, se le da muerte en el cuento de hadas, se le puede devolver la vida por medios sobrenaturales.

La característica esencial del cuento de hadas es la necesidad de un final feliz. En todos los cuentos de hadas verdaderos el espíritu del optimismo y el triunfo corre por ellos como un hilo dorado. Desde el principio se sabe que triunfará la buena voluntad y que, aunque haya fuerzas peligrosas o amenazadoras a las que enfrentarse o evitar, existen otros poderes cuya ayuda se puede invocar y que nunca se niega esta ayuda a los que confían en ellos y cumplen con sus condiciones. El héroe y la heroína terminarán por encontrarse, se casarán y vivirán felices por siempre jamás. (Cooper J.C., pp. 14)

Según Cooper (1998), el cuento de hadas es romántico y emotivo. El mito y la saga pertenecen a la nación y son raciales y culturales mientras que el cuento de hadas se refiere generalmente a una persona, a menudo sin nombre, que representa alguna cualidad con la que puede identificarse el individuo, y nos relata también acontecimientos que están dentro de la experiencia y de los que puede comprender la gente corriente.

Según King (1990), trabajar con cuentos de hadas y mitos, lleva a estudiantes de diferentes culturas alrededor del mundo a encontrarse a ellos mismos y continuar el proceso de volverse reales, de desarrollar todas las potencialidades de su ser. Este es un proceso que dura toda la vida.

Según King (1990), los cuentos de hadas y los mitos estimulan el descubrimiento y desarrollan las voces auténticas de los niños en un ambiente libre de juicios prematuros.

El cuento es una narración oral o escrita que conjuga tiempo y espacio con elementos reales y fantásticos. El lenguaje que utiliza presenta en forma poética símbolos que enriquecen la esencia del ser humano en cada suceso que describe con el juego constante de acciones y emociones. Genera a través de la trama, imágenes sensoriales mediante el poder evocativo de las palabras, las cuales para su significado textual y emocional, provocan efectos determinados de identificación entre los cuentos y el mundo interior del lector o escucha.

Bettelheim destaca la importancia de los cuentos de hadas, ya que se distingue del resto de la literatura infantil que intenta o entretener o informar, o incluso ambas cosas a la vez. Pero la mayoría de estos libros es tan superficial, en sustancia, que se puede obtener muy poco sentido a partir de ellos. La adquisición de reglas, incluyendo la habilidad en la lectura, pierde su valor cuando lo que se lee no añade nada importante a la vida de uno (Bettelheim B., pp. 10). El autor, explica que para que la historia mantenga de verdad la atención del niño, ha de divertirle y excitar su curiosidad. Pero, para enriquecer su vida, ha de estimular su imaginación, ayudarle a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones; ha de estar de acuerdo con sus ansiedades y aspiraciones; hacerle reconocer plenamente sus dificultades, al mismo tiempo que le sugiere solucionarse a los problemas que le inquietan. Resalta lo importante que es que el adulto que está cerca, se encargue de dar pleno crédito a la seriedad de los conflictos del niño, sin disminuirlos en absoluto, y estimulando, simultáneamente, su confianza en sí mismo y en su futuro (Bettelheim., pp. 11).

Habla de cómo el niño necesita que se le dé la oportunidad de comprenderse a sí mismo en este mundo complejo con el que tiene que aprender a enfrentarse, precisamente porque su vida, a menudo, le desconcierta. Para poder hacer eso, debemos ayudar al niño a que extraiga un sentido coherente del tumulto de sus sentimientos. Necesita ideas de cómo poner en orden su casa interior y, sobre esta base, poder establecer un orden en su vida en general. Necesita una educación moral que le transmita, sutilmente, las ventajas de una conducta moral, no a través de conceptos éticos abstractos, sino mediante lo que parece tangiblemente correcto y, por ello, lleno de significados para el niño (Bettelheim., pp. 11).

Al aplicar el modelo psicoanalítico de la personalidad humana, para Bettelheim, los cuentos aportan importantes mensajes al consciente, preconsciente e inconsciente, sea cual sea el nivel de funcionamiento de cada uno en aquel instante. Al hacer referencia a los problemas humanos universales, especialmente aquellos que preocupan a la mente del niño, estas historias hablan a su pequeño YO en formación y estimulan su desarrollo, mientras que, al mismo tiempo, liberan al preconsciente y al inconsciente de sus pulsiones. A medida que las historias se van descifrando, dan crédito consciente y cuerpo a las pulsiones del ello y muestran los distintos modos de satisfacerlas, de acuerdo con las exigencias del yo y del super-yo (Bettelheim., pp. 12).

En los esfuerzos del autor por llegar a comprender por qué dichas historias tienen tanto éxito y enriquecen la vida interna del niño, ha notado que éstas en un sentido mucho más profundo que cualquier otro material de lectura, empiezan, precisamente, allí donde se encuentra el niño, en su ser psicológico y emocional. Hablan de los fuertes impulsos internos de un modo que el niño puede comprender inconscientemente, y –sin quitar importancia a las graves luchas internas que comporta el crecimiento- ofrecen ejemplos de soluciones temporales y permanentes, alas dificultades apremiantes (Bettelheim B., pp. 13).

Según la Pedagogía Waldorf, el incluir cuentos infantiles, como parte de la formación o educación de los niños, es útil como tarea para lograr el ir despertando al niño poco a poco hacia su entorno. En los primeros años de la educación se trata, a través de narraciones llenas de fantasía, de traer a la consciencia los animales conocidos, las plantas, piedras, montañas, los ríos y prados, los cuales adquieren mayor vida si dejamos que los seres hablen entre ellos. También es importante que el núcleo de la historia conlleve algo moral en sus imágenes, pero sin ser una moral penetrante. El humor dentro de la historia es una gran ayuda. Lo mejor es que estas historias, salidas del propio entorno, se las invente uno mismo. Pero afirman, que el maestro puede observar ejemplos que le ayuden a desarrollar él mismo esa capacidad (Steiner R., pp. 41, 1982).

Según el creador de este método las historias morales no deben considerarse una materia de clase sino una tarea pedagógica, destaca los beneficios que dicha actividad refleja en el lenguaje, ya que el sentimiento hacia el habla se sigue educando a través de cuentos y su recordación. Señala que el maestro tiene que prepararse para contar bien los cuentos, es decir, que pueda contarlos con tranquilidad sin tener necesariamente frente a él el texto y muy importante hacerlo en tono épico, no dramático. Han observado que a los niños les gusta representar el contenido de los cuentos y la mejor manera de hacerlo es a través de cánticos, compartiéndolos entre ellos y cantando con el grupo (Steiner R., p. 45, 1982).

V. Metodología

Método: La investigación es de tipo cualitativa, y pretende identificar el manejo de los cuentos infantiles en la etapa preescolar, así como el modo que se acostumbra hacerlo, el tipo de cuentos que se utilizan y la relación de estos con la generación de un horizonte de significado, para proceder a implementar un proyecto que busca sustentar dicha actividad, así como impartir un curso e informar a la comunidad educativa la importancia de los cuentos durante esta etapa del desarrollo.

Muestra: La población fueron 4 profesionales, que han trabajado con niños de edad preescolar por lo menos 5 años, utilizando los cuentos de hadas como su herramienta principal.

Escenario: El estudio se llevó a cabo en las oficinas o consultorios de los profesionales seleccionados.

Instrumento: Como instrumento se utilizaron entrevistas profundas semi-estructuradas realizadas a cada uno de los profesionales, que sirvieron para enriquecer nuestra investigación. Se tuvieron en cuenta ciertas preguntas que estructuraron dichas entrevistas, para no perder el enfoque específico de la investigación (Anexo 1).  La información obtenida fue analizada a partir de conceptos clave.

Procedimiento: Se realizó una investigación literaria profunda en donde se encontraron los beneficios del los cuentos de hadas y su relación con el horizonte de significado, en el desarrollo de niños de edad preescolar. Posteriormente se realizaron cuatro entrevistas profundas, semi-estructuradas, de la actividad como docente de los profesionales, en donde se exploró el contacto que ha tenido la persona con los cuentos de hadas, cómo los ha utilizado en su práctica profesional y cómo estos le han ayudado en su trabajo con los niños. Se indagó en los beneficios del cuento de hadas como un generador de horizonte de significado en el niño. 

VII. Análisis.

A partir de las entrevistas realizadas (anexo1), éstos fueron los elementos que se pudieron encontrar en común:

  • El cuento es una herramienta fundamental para trabajar con niños ya que éstos comprenden mejor el lenguaje de la fantasía, es por esto que comprenden mejor su contenido.
  • La fantasía le habla directamente al inconsciente del niño.
  • El niño vive el mundo adulto como algo ajeno a él, no lo comprende, no puede entender las explicaciones de los adultos. Con los cuentos, se relaciona directamente con los relatos, se identifica y los une a sus experiencias de vida. Éstos le dan un punto de referencia para seguir adelante.
  • Los cuentos ayudan a los niños a entender sus emociones, le permiten comprender la manera en que funciona el medio. Además les ayuda a  resolver problemáticas y a entender de manera fantasiosa las cosas que pasan en la vida.
  • En diferentes cuentos y relatos, los niños se identifican con los personajes y viven situaciones a través de ellos, dependiendo las situaciones que cada uno viva, es por esto, que la importancia reside en lo que despierta el cuento en el niño.
  •  Es importante relatar las historias con diferentes tonos, no solo les gusta más,  sino que determina la atención que los niños le presten, y  por ende esto logra la identificación con la trama del cuento.
  • Los cuentos que más le gustan a los niños son los clásico, variando los personajes por edad, por ejemplo a los más pequeños, les gustan los cuentos con animales, como “los tres cochinitos”, mientras que los niños más grandes se identifican con personajes humanos, como “caperucita roja”.
  • Los elementos trágicos en los cuentos son fundamentales, pues el niño debe comprender que el mundo en el que vive tiene conflictos que va a tener que resolver. Es la manera de mostrarles que no todo es bueno, además, les da un punto de referencia para cuando ellos  pasen por éstas situaciones. Así, los niños se reflejan en ellos, y pueden entender que las situaciones adversas les suceden a todos. Las amenazas no se les deben ocultar, se les debe enseñar a vivir con ellas.
  • El cuento es una herramienta muy valiosa si se la sabe utilizar, las actividades que se pueden realizar a partir de una lectura son muy variadas, y dan  al niño una gama muy amplia para expresarse de diferentes formas.
  • La lectura de cuentos motiva y estimula la imaginación de los niños. El nivel de análisis es mayor, además de que desarrollan una mayor facilidad para expresarse. Les da apertura, además de que los elementos aprendidos, son una herramienta para afrontar el mundo que los rodea.
  • El nivel crítico que llegan a desarrollar es mayor comparado a los niños a los cuales no se les ha leído cuentos.

VIII. Conclusiones.

En la etapa preoperacional, los niños no pueden utilizar aún la lógica, su pensamiento es simbólico, por lo que comprender valores o mensajes resulta más fácil si es a través de cuentos, es decir, representado simbólicamente, además de que los cuentos manejan un lenguaje más familiar para ellos, el pensamiento mágico o la fantasía. La identificación con los personajes, además de la problemática que ellos presenten, varía también con la edad, por ejemplo, los niños pequeños, logran una mayor identificación con los animales, debido a que la trama es aún más simbólica.

 La necesidad básica del ser humano está en comprender cuales son los significados del horizonte en el que habita, para los niños, esta forma de entender se logra a través de claves de interpretación, como lo es el cuento de hadas, en ellos, los niños logran relacionarse e identificarse directamente con los personajes y sus problemáticas. Así, reflejándose en la vida de los héroes de los cuentos, los niños van comprendiendo su propio proceso de desarrollo como persona. De esta forma, les es más fácil superar las situaciones adversas que se les presentan, ya que en todos los cuentos de hadas se presentan elementos trágicos, que finalmente el héroe supera. Cuando un cuento despierta interés en el niño, es porque este está en sintonía con sus ansiedades y aspiraciones, así como con sus dificultades. Al mismo tiempo los mismos, le sugieren soluciones a los problemas que le inquietan. Lógicamente, el cuento les debe divertir y entretener, se ha notado, que el tono en el que el cuento sea contado influye directamente en el interés del niño hacia el mismo, logrando así una mayor identificación con la trama. Se ha observado que a los niños les gusta expresar las emociones que el cuento les despierta a medida que este es contado, al igual que representar el contenido con cantos, compartiendo opiniones o imaginándose otros finales.

Al pasar de los años se han contado muchos cuentos nuevos y modernos, se podría decir “actualizados”, sin embargo no es casualidad que los cuentos que los niños más disfrutan son los clásicos, éstos se basan en una narrativa arquetípica en donde la cualidad simbólica de las imágenes entra en el inconsciente del niño, logrando una mayor comprensión de las situaciones y experiencias.

El contar cuentos de hadas desde la niñez temprana capacita a la persona para dar sentido y orientación en los sucesos de su vida, les da apertura, y un mayor nivel crítico.

IX. Referencias Bibliográficas.

Bettelheim, B. (1975), Psicoanálisis de las Cuentos de hadas. , Editorial biblioteca de Bolsillo, Barcelona

Campbell, J. (1949), The Hero with the thousand faces, Princeton University Press, USA

Clauss G.-Hiebsch H., (1966), Psicología del Niño Escolar. Editorial Grijalbo, México D.F.

Cooper. J. C. (1998), Cuentos de hadas: alegorías de los mundos internos, Málaga, Editorial  Sirio, Buenos Aires, Argentina

Eliade, M. (1987), The Sacred and the Profane, The nature of Religion., USA.

Erikson, E. (1950), Childhood and Society, W  Norton and Company Inc., USA

Frankl, V. (1949), El hombre en busca de sentido, Editorial Herder, España.

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Lonergan, B. (1992), Insigth. A study of Human Understanding. University of Toronto Press. Toronto.

Papalia, D. - Wendkos Olds Sally, (1999), Psicología del Desarrollo. 7° ed. Editorial Mc Graw Hill, México.

Pearson, C. (1986), The Hero Within, Harper San Francisco, USA

Piaget, J. (1969), The Psychology of the child, Basic Books, USA.

Pinkola, C. (1992), Women who run with the wolves. Myths and stories of the wild woman archetype, Ballantine books, USA.

Steiner, R. (1982), Coloquios Pedagógicos, Editorial Waldrof, México.

X. Anexos.

Entrevista 1

Nombre: Patricia Gaxiola

Experiencia con niños: 30 años. Fundadora y directora de la escuela Surcos. Actualmente directora y fundadora de la escuela preescolar Caracoleta. Autora del libro “Inteligencia Emocional en el Aula”. Patricia desde un principió se mostró muy entusiasmada por colaborar con la investigación. A lo largo de la entrevista comentó varios puntos importantes.

Patricia: Es impresionante la cantidad de literatura infantil que existe hoy en día, y es asombroso la labor que se puede realizar utilizando ésta como herramienta en el trabajo con los niños preescolares. Me parece increíble, que aun cuando hay una gran cantidad de cuentos actuales, el niño sigue siempre fascinándose y apasionándose con los cuentos tradicionales. En mi experiencia, a lo largo de mi trabajo con los niños, me doy cuenta que los cuantos de hadas, le hablan directamente al niño, utilizando un lenguaje accesible para ellos, el lenguaje de la fantasía, y por esta razón comprenden mejor su contenido y se enriquecen. El cuento actual, elimina la fantasía, los elementos fantásticos y mágicos del cuento tradicional, y por esta razón acaba con la riqueza y el niño no lo disfruta igual. Hay algunos cuentos actuales, basados en los tradicionales, que también han funcionado en mi trabajo con los niños, pero en general trato de utilizar los cuentos de hadas, pues he visto una identificación increíble de los niños con los relatos. El cuento tradicional, tiene varios elementos que son constantes, siempre se basa en el esquema del triunfo del niño sobre el mundo adulto, de la misma manera siempre triunfa el bien, hay elementos mágicos y fantásticos, y tienen siempre un final feliz. Estos elementos son muy importantes, pues el niño vive el mundo adulto como algo ajeno a él, no lo comprende, y es por esto que el cuento le da tanto, se relaciona directamente con los relatos, se identifica y los une a su experiencia de vida. A lo largo de mi trabajo con los niños, me he dado cuenta, de que el cuento juega un papel fundamental en la resolución de problemas relacionados con el miedo y el abandono, en el niño. Las tramas de los cuentos ayudan al niño a entender sus emociones, y de esta manera a superar poco a poco sus miedos, los cuentos son una herramienta maravillosa que le permite al niño comprender más a fondo la manera en que funciona el medio en que se desenvuelve. El cuento le habla directamente al espíritu del niño, a su alma, a su humor. Me parece que dentro de los cuentos, los elementos trágicos, son fundamentales, pues el niño debe de comprender que el mundo en el que vive tiene conflictos, que va a tener que resolver, no podemos pintarle al niño un mundo color de rosa, y esperar a que cuando crezca se de cuenta de que no es así. Con el uso de los cuentos de hadas, el niño comprende que el mundo en el que vivimos, es en momentos difícil, existen problemas, pero estos se pueden resolver. Los padres piensan que deben evitar cualquier señal de sufrimiento al niño, pero esto no es lo conveniente, pues el niño debe de estar consciente del mundo en el que vive. Y el cuento se lo transmite desde un nivel de fantasía, hablando directamente a su inconsciente. El cuento de hadas, logra que el niño se identifique de tal manera, que comprenda su experiencia en el mundo, el cuento ayuda al niño a encontrar un camino dentro del caos adulto que percibe a su alrededor.

Entrevista 2

Nombre: Maria del Carmen Barcenas Gutiérrez.

Experiencia con niños: 7 años. Actualmente trabaja en el Centro Comunitario Integral Copilco, con niños de 6 años.

Los cuentos me ayudan mucho por que a ellos los motiva y estimula su imaginación. Utilizo generalmente los que tienen muchos personajes que los mismos hagan actividades o que se enfrenten a distintas situaciones, por ejemplo que sean amigos y compartan cosas, etc. Al mes les leo alrededor de 5 cuentos, además de los que leen en la clase de valores, en la cual revisan un libro cada miércoles. Al hacer diferentes tonos de voces o ruidos, enfatizas más los sentimientos que lleva el cuento, el mensaje llega más a ellos. El mensaje que lleva el cuento se entiende mas, lo reconocen más fácil. Los sentimientos que se expresan en los cuentos son generalmente de alegría o de tristeza. Tienden  a hacer caras dependiendo del sentimiento que el cuento les genere.  Los cuentos que más les gustan son los clásicos, sin embargo, algunos, como caperucita, ya los conocen, no se si directamente de que alguien se los haya leído o de películas, de igual manera el mensaje o moraleja parece interesarles mucho.

Muchas veces cuando los niños se pelean  o no quieren compartir sus cosas, es muy útil retomar algunos cuentos y ponerles de ejemplo a los personajes y a lo que les ocurrió. Es una forma de que vean de afuera su situación y tomen el ejemplo de los personajes y así, compartan su material o pidan perdón. De esta manera, se identifican y comprender la situación que están viviendo, así, saben mejor que decisiones tomar, se sienten acompañados. Los niños toman mucho en cuenta lo aprendido en los cuentos, se reflejan muchas veces en ellos. Llegan a decir “yo me siento igual que él a veces…”. Se pueden hacer muchas actividades a partir de los cuentos, por ejemplo, leemos un cuento y ellos tienen que ponerle un final diferente a las historias. Y después, entre ellos intercambian opiniones y deciden cual es la mejor forma de lograr algo o de actuar. Creo que es muy importante leerles cuentos a los niños, además de desarrollar su imaginación, tienen la posibilidad de identificarse, de vivir situaciones a través de los personajes, y eso creo que los ayuda para después enfrentarse a sus problemas. Muchos maestros no toman en cuenta el valor de los cuentos, principalmente porque no los conocen. El cuento los introduce ala lectura, los motiva, y cuando se reflejan en los personajes, le encuentran un sentido a las situaciones a las que se enfrentan.

Entrevista 3

Nombre: Alejandra Rivas Días.

Experiencia: 5 años. Actualmente trabaja en el Centro Comunitario Integral Copilco, con niños de 3 y 4 años.

Los cuentos son la mejor forma en que los niños aprenden, los cuentos llaman su atención, si tú les explicas las cosas como a un adulto no es algo que ellos puedan imaginar, no les interesa, al fin de cuentas no te ponen atención, y lógico, no les hace significado, y no aprenden.

Los cuentos que más les gustan son los que tienen animales, como “los tres cochinitos”, aparte de que los animales es algo que les gusta mucho a los niños, ellos también tienden a identificarse con los tipos de animales, por los colores, por los tamaños, por la forma, por las características de cada animal.

Yo utilizo los cuentos una vez a la semana, prácticamente media hora en contarlos y otra media en comentarlos.

Hacer cambios de voces les gusta mucho, así llamas su atención y les gusta, porque ellos también intervienen en los cuentos, son parte de ellos, cuando hay sonidos por ejemplo de lluvia, de animales, de viento, ellos los hacen. Los sentimientos que tus manifiestas al leerles los cuentos, ellos los manifiestan también. Si tú haces cara de sorpresa, ellos se sorprenden, si tú dices algo chistoso, ellos se ríen. Algo muy notorio es que si tú lees un libro, digamos, “planamente”, sus emociones bajan, pueden dormirse o distraerse con algo que llame más su atención. Leer cuentos me ayuda para salir de lo habitual. Hay cosas en las que siempre tienes que llevar un orden, utilizar un método, y utilizar cuentos te ayuda como maestro y como persona demostrar o dar mensajes de otra forma. Puedes aplicar ideas con cuentos, tu misma puedes crear cuentos para explicar cualquier situación. Los cuentos le hacen mucho significado a los niños, por ejemplo, esta última vez, que hablaba sobre una víbora que decía que le gustaba ser alegre para tener amigos, porque si se enojaba no podía hacerlo, los niños al terminar el cuento decían que ellos cuando están contentos o cuando juegan con alguien y prestan sus cosas es mejor, es más divertido. Entienden mejor las cosas cuando las ven fuera de ellos, cuando las pueden ver a través de los cuentos. Después de leer los cuentos, yo les pregunto, ¿tu qué harías si te pasara algo así?, trato de que expongan sus pensamientos, y así los niños comienzan a platicar y a entender todas las situaciones leídas, muchas veces, relacionan lo sucedido en los cuentos con algo sucedido en su vida. Contar situaciones desagradables, como pérdidas, o derrotas, si es bueno. Es la manera de decirle a los niños que no todo es bueno. En la vida también se sufre. Yo creo que si es bueno, pero creo que tienes que ver la manera de cómo se los vas a explicar o como vas a contar. Puede que ciertas maneras los confunda más, en lugar de ayudarlos a entender deferentes situaciones. Pero si creo que es bueno, debes siempre tener un buen contexto para dar cualquier mensaje. Al hacerlo también les muestras que las cosas tristes les pasan a todos, que problemas tenemos todos. Además si no lo ven así, al enfrentarse ellos a los problemas, no tendrían ningún ejemplo o punto de referencia. He visto gente que dice que los cuentos sirven solo para ciertas cosas, como para la lectura o la ortografía. Los cuentos sirven para mucho más, los cuentos hacen que podamos ver e identificarnos en situaciones y en diferentes personajes. Los niños al ver que otras personas han pasado y sentido lo que ellos sienten, se les hace más fácil vivir esas situaciones, y seguir adelante.

Entrevista 4

Nombre: Liora Stavchanski

Experiencia: 8 años, trabajando como terapeuta infantil, trabajando específicamente con cuentos. Actualmente es maestra de la Universidad Iberoamericana.

Liora: Mi trabajo con los niños se ha podido dar gracias a los cuentos de hadas, he descubierto que estos son una increíble herramienta para trabajar con niños. Lo importante muchas veces no es el cuento, sino la subjetividad de la persona, lo que lleva al niño a engancharse de determinado cuento en un momento específico de su vida, la importancia reside entonces en lo que el cuento despierta en el niño. Es por esta razón que entre más contacto tenga el niño con el cuento mejor. De igual manera es muy importante la forma en que el cuento es narrado al niño, pues esto puede determinar la atención que él preste y por ende la manera en que se va a lograr la identificación con la trama del cuento. El cuento es una herramienta increíble en el trabajo de los niños, los ayuda a resolver problemáticas y a entender de manera fantasiosa las cosas que pasan en la vida. Cuando un niño esta recibiendo aprendizaje de un cuento determinado, sola va a querer escuchar este cuento, hasta que el pueda resolver la problemática. La lectura de los cuentos me ha permitido conocer infinidad de cosas en relación con el mundo interno del niño, su vida familiar y emocional.

En mi trabajo con los niños realizo muchas dinámicas relacionadas con los cuentos que se han leído, les pido a los niños que hagan un dibujo relacionado con el cuento o algún juego. Las dinámicas no son estructuradas, de acuerdo a la expresión del niño se van armando. En el cuento no hay que tener dirección.

Creo que los cuentos de hadas tradicionales son excelentes herramientas, ya que hablan directamente al inconsciente del niño utilizando elementos fantasiosos que lo hacen menos amenazante. Pero creo que los peligros que se aprecian en los cuentos son buenos para el niño, vivimos en un mundo amenazante y no hay que ocultárselo al niño, hay que enseñarlo a vivir en él. Yo creo que el trabajo con cuentos de hadas tiene muchos beneficios, en mi experiencia, he visto que los niños, alcanzan un nivel de análisis mucho mayor, apertura, facilidad en la manera de expresarse, muchas herramientas para afrontar el mundo que los rodea y tiene un nivel crítico mucho mayor. Están en general mejor preparados que los niños a los que no se les ha leído frecuentemente cuentos de hadas. 

Para citar este artículo:

Diez Rienzi, Ludmila y Domit Palazuelos, Verónica . (2007). "La capacidad de los cuentos de hadas de desarrollar un horizonte de significado desde la niñez temprana". Odiseo, revista electrónica de pedagogía. Año 4, núm. 7. Obtenido el [fecha] de http://www.odiseo.com.mx/2006/07/diezdomit-cuentos.htm 

. Odiseo. Revista Electrónica de pedagogía. Publicación semestral. ISSN 1870-1477