Esto apenas empieza

Esto apenas empieza

  • Imagen. Profesores en lucha. 
  • Cortesía. <oaxaca-digital.info >

Manuel Pérez Rocha

La Jornada/110713.Durante las pasadas seis semanas, cerca de 10 mil personas participaron en nueve foros regionales, organizados básicamente por la CNTE pero con la participación activa de otras organizaciones y colectivos, para analizar la mal llamada reforma educativa impuesta por el gobierno federal.

En esos foros se presentaron cerca de 400 trabajos, nueve de ellos denominados conferencias magistrales dictadas por académicos reconocidos, especialistas en temas sociales y educativos; otros fueron ponencias presentadas a título individual, la mayoría por maestros de educación básica, y otros aportaron las consideraciones, acuerdos y propuestas emanados de talleres y asambleas realizadas en diversas poblaciones del país. Algunos de estos trabajos se presentaron en náhuatl, mixteco, mixe, huave, zapoteco y fueron traducidos al castellano.

La convocatoria a estos foros, firmada por la CNTE y la Secretaría de Gobernación y avalada con la presencia de dos subsecretarios de la SEP, había sido emitida apenas dos semanas antes del inicio de estas actividades. La CNTE y otros grupos de maestros demostraron, pues, una gran capacidad de convocatoria y organización. Los resultados de estos nueve foros y uno final (Foro Nacional, que se realizará mañana viernes 12 de julio) se presentarán en un documento que la Secretaría de Gobernación se comprometió a entregar a las instancias legales correspondientes para su procesamiento.

Es evidente la escurridiza huida de la Secretaría de Gobernación a la hora de adquirir compromisos (entregar, instancias legales correspondientes, para su procesamiento: esto es, nada), no obstante haber asumido la representación del gobierno federal ante un movimiento social que ya no pueden ignorar. Una postura responsable hubiera sido que las autoridades gubernamentales –la propia Secretaría de Gobernación, la SEP y el INEE, por ejemplo– se involucraran en los trabajos de estos foros, exponiendo sus proyectos y sus razones; no fue el caso. Ni la SEP ni el INEE se aparecieron, y la Secretaría de Gobernación tuvo una participación marginal.

La relación de la CNTE con el gobierno federal es necesariamente una lucha, pues este movimiento está comprometido desde hace más de 30 años con la democracia sindical y el mejoramiento de la educación; ha luchado contra el aparato corrupto y criminal de control social y político impuesto y mantenido por el PRI (y continuado por el PAN) a lo largo de siete décadas; muchos de sus miembros han sido reprimidos, despedidos, incluso asesinados; y mantiene, la CNTE, una permanente lucha por un proyecto de educación y de país al servicio del pueblo, sucesión del movimiento magisterial iniciado desde mediados del siglo pasado, en el que destacaron figuras como Othón Salazar y el Movimiento Revolucionario del Magisterio, también presente este movimiento en los foros regionales.

En el lado opuesto, los representantes del Estado simulan un régimen democrático (legitimado incluso por intelectuales, analistas y políticos de izquierda, que han apoyado la aberrante reforma a la Constitución con su voto aprobatorio en las cámaras), están al servicio de un sistema económico y político que sirve los intereses de una minoría, sacrifican el presente y el futuro del pueblo, han privatizado y despilfarrado el patrimonio nacional, y para ello acuden a todas las acciones y maniobras posibles, sin límite alguno proveniente de la ética o de un mínimo sentido de la responsabilidad social, incluso sin respeto a la legalidad impuesta por ellos mismos.

Los trabajos y ponencias de los participantes en los foros de análisis de la reforma educativa sometieron a una crítica severa las políticas educativas del gobierno federal, porque atentan contra sus derechos y condiciones de trabajo, pero principalmente porque son un retroceso en la educación y una amenaza a los proyectos innovadores y esfuerzos de auténtica reforma educativa que muchos maestros y grupos de trabajo vienen realizando desde hace años. En los foros no se abordó solamente la política educativa, se presentaron también valiosos proyectos y propuestas pedagógicas. Entre ellas algunas incipientes, modestas, proporcionadas a las condiciones de trabajo de sus autores y promotores. Otras han logrado un alto nivel de formalización y resultados palpables y deberían ser parte de la necesaria transformación del sistema educativo.

La violenta reforma a la Constitución y el proceso mediante el cual se va imponiendo son evidencia de la ausencia total de democracia del régimen. Varios de los participantes en los foros denunciaron que fue mediante un acuerdo cupular –el llamado ‘Pacto por México’– que se acordaron (plancharon, dicen en la jerga política) las reformas a la Constitución. No hubo el mínimo respeto siquiera a las instancias y los mecanismos de representación de nuestra democracia. Al mismo tiempo, los partidos políticos y el gobierno celebraron elecciones en varios estados de la República, intentando una nueva fiesta democrática que se ha caracterizado por su ilegitimidad y violencia. Nadie puede ignorar hoy que el ámbito electoral mexicano no ofrece un espacio de decisión mayor que el que ofrecen dos marcas de refresco de cola. La llamada democracia mexicana no está meramente afectada por algunos puntos débiles, como les gusta decir a muchos analistas orgánicos: tal democracia simple y sencillamente no existe.

“Esto apenas empieza”, dijo con convicción un joven profesor en los foros. La verdadera historia del país se está construyendo en otra parte, no en las urnas que tanto ocupan a académicos y analistas. El movimiento magisterial se ha fortalecido, en número y en planteamientos, en conocimiento de nuestra realidad social, política y educativa.

Una participación que hace falta es la de académicos y analistas que se involucren en los problemas reales, que abandonen su menosprecio por las luchas populares (a lo que cómoda y facilonamente descalifican como populismo) y contribuyan a la mejor comprensión del presente momento mexicano.

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Nota mía: Respetuosamente me permití modificar levemente la estructura del artículo de Manuel Pérez Rocha, con la exclusiva finalidad de facilitar su lectura en el formato de Odiseo. Alfredo Macías Narro. 

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